Sacado de Il Novecento di Annetta de Alessandro
Bertolini, ed. L’autore libri Firenze
“Estoy enfermo desde casi dos años”. Dijo esto con tono sereno.
“Yo en cambio desde seis meses justos, justos y le aseguro que estoy cansado”.
Fué la respuesta de Alejandro.
“De vez en cuando me reùno con mis viejos compañeros de armas”. Continuò el
hombre que parecìa no haber escuchado la respuesta. “Pasamos horas hablando
de nuestra vieja vida en trinchera. Algunos de nosotros y yo también lo
hacemos para alejar nuestras preocupaciones actuales. Yo aprovecho de estas
conversaciones para escapar de la enfermedad. Y mire que respecto a los
otros para mì no es la misma cosa, en la guerra he sido herido, por esto no
obtengo gran solievo, me regresa siempre en mente, la muerte. Serìa como
quitar un dolor de dientes con una mazada en la mano, desgraciadamente un
dolor no se elimina con otro dolor, nunca. Cuando estoy solo en mi casa
entiendo que mi vida es toda una comedia de horrores, aunque si mis amigos
creen que es mejor aceptar cuanto me sucede hoy en vez de recordar aquella
en la trinchera, en cambio no, la guerra en ciertas ocasiones es mas fàcil
que esta batalla contro lo neurològico. En el fronte han habido momentos de
respiro, en los cuales se podìa olvidar la realidad con un simple
pensamiento, a veces hechados en un pajar o cuando no disparaba el cañòn o
si se comìa un plato caliente. Lo mejor de todo era cuando se esperaba el
reemplazo. En la enfermedad gastas todo el tiempo, propio cada momento de tu
vida, a luchar contra un enemigo imposible. Por este motivo està siempre
presente y no logras alejarte de ella ni siquiera por un momento. La
enfermedad ataca y es un continuo deteriodo, como estar siempre en primera
lìnea”. Se interrumpe y toma aliento. Ninguno le habìa dicho de hablar, pero
él querìa botar lo que tenìa dentro. Es una forma de librar el ànima de las
propias preocupaciones y pasarlas a otro, como jugar a ¡la tienes!. A menudo
sueño esta asquerosa enfermedad, que està vestida de austriaco y me mira a
los ojos como para decir que para mi llegò el final”.
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