Me llamo Alessandro Stefano
Bertolini, nacido en Milano el 6 de mayo de 1959.
Ya, con esta simple linea podria escdbir una historia.
Mis abuelos estàn verdaderamente en todos mis documentos oficlales, en el
DNI, tarjeta de trabajo, pasaporte, permiso de conducir; recuerdan los
nombres de bautismo de mis dos abuelos, paterno y materno. Una vez, asì era
la usanza y yo he sido fortunado porque sus nombres siempre me han gustado.
He conocido chavales que no han tenido mi suerte y se avergonzaban del
nombre que les dieron sus padres el dìa del bautismo.
El apellido parece qua provenga de la provincia donde trabajo. Sondrio,
donde existen muchos homònimos, de apellido y nombre. Nunca, primero en al
colegio y después en la universidad, he encontrado alguien qua se llamase
como yo. En cambio en la provincia de Sondrio hay tantos. Tal vez mis
origenes lejanas sean de esta tierra y yo, como Ulises ha regresado por
trabajo después de generaciones, a la Itaca de mis orìgenes. Quizà la ùnica
cosa que me haya hecho conocido en el mundo ha sido la homonomia con una
industria de golosinas. Si hubiera sido pariente de ellos habrìa realizado
algo diverso en la vida.
En realidad una tìa abuela, hermana de mi abuelo paterno, sostenìa cuando
era en vida, qua tendrìamos almenos siete generaciones milaneses antes de
ella. En aquel tiempo, no le daba peso, mientras hoy, si fuera viva, le
harìa citar todos los nombre de los antepasados, uno por uno para escribir
algo sobre ellos.
La querida tìa Emilia juraba que nosotros los Bertolini éramos rnilaneses
DOC. De este echo me siento orgulloso, aunque si ninguno de mis tres hijos
ha nacido en Milano y por mi culpa he roto esta tradiciòn de muchos siglos.
No tengo hijas mujeres. ¿Quién sabe si mis futuros nietos regresaràn a la
tierra alabada por mi tìa Emilia? Yo lo espero.
El còdigo fiscal evidencia qua soy milanés de nacimiento, porque la
desinencia F205 al final de los 16 caràcteres identifica los nacidos en la
Municipalidad de Milano. Ser un F205 significa ser parte de una escuadra y
cuando veo al còdigo fiscal de alguién busco la fecha de nacimiento para
saber si es mi coetaneo y la municipalidad donde se registrò para ver si es
mi paisano. Es hermoso dar del paisano a alguien, sobre todo cuando se le
encuentra lejos de la ciudad.
A seis años dejé Milano para transferirme con la familia en el Hinterland,
en Bollate, donde estudié las escuelas primaria y media. Mis padres
compraron la casa en la provincia porque costaba menos y por esta razòn
perdì la ciudadanìa milanesa. Aùn ahora la familia vive allì en Bollate,
donde se ha casado y vive mi hermana, a dos pasos del prado en el que
vivimos nuestra infancia de juegos. Soy el ùnico qua ha emigrado y
abandonado su tierra por trabajo.
Durante mi infancia ha tenido tìos que se han comportado no sòlo como tales
y por ello los considero como segundos padres. Los tìos no tenìan hijos y mi
hermana y yo fuimos para ellos màs que sobrinos. Gracias a esta familia
agrandada tuve la posibilidad de estudiar porque los gastos no eran pocos y
parte de ellos recaìan sobre los tìos. Mantaner los estudios de un chico
hasta los 24 anios, es un costo de importancia que en una familia puede ser
tal vez insostenible.
Los estudios superiores (Liceo),
los frecuenté en Milano, porque no habìan en Bollate. Los viejos
Ferrocarriles del Norte me llevaban, con el mitico tren de las 07.14 a.m.
hasta la Plaza Cadorna y de allì a pié rapidamente, llegaba al Regio Liceo
Ginnasio Alessandro Manzoni. Lo concurrìa en plena época republicana, la
madurez la hize en 1978 pero el viejo Liceo era rico de recuerdos del pasado
con simbolos reales en las perchas de madera y con la escritura real en la
entrada. La primera vez que entré sentì aquel aire de nostalgia y tradiciòn.
que no he vuelto a sentir en otras ocasiones.
El Liceo Manzoni me gustò a primera vista y fué para mì, palestra de vida y
sacrificios. Logré hacer la madurez sin tropezar, pero fué fatigosa e
intensa que años después sonaba que tenìa qua repetirla, porque aquella
sostenida venìa declarada invàlida. Un ìncubo, aunque si mi Liceo
probablemente fué màs leve de lo que no hubiera sido para las generaciones
precedentes a la mia. En los años 70 hubo una plena disputa de parte de los
estudiantes, habìa mucha violencia y protesta. El año de la madurez fué el
màs negro para la repùblica. a causa de los ataque muy cruentos a la
Instrucciòn por parte del terrorismo.
Fueron años de sufrimiento y làgrimas que han entrado por derecho en la
historia de la Italia moderna.
El pequeno Alessandro Stefano pasò indemne a los sacrificios de la escuela y
a los momentos peligrosos de la protesta, porque uno que venìa de la
periferia, se quedaba el minimo indispensable para estudiar.
En la Universidad escogì Medicina, en la Estatal de Milano. Me gradué con el
voto de 110 y elogio, el 17 da octubre de 1984 y mas tarde, en dos
especlalizaciones; Medicina Interna (1989) y en Oncologia Médica (1994).
En 1987 inicié mi carrera en el Hospital de Chiavenna (So) en Medicina
General. En 1997 me transferì en la recién nacida Oncologia del Hospital de
Sondrio y me quedé hasta el 2001. Desde el 2001 hasta el 2004 tuve una gran
ocasiòn de crecimiento profesional en la querida Milano. Oncologla Médica
del Fatebenefratrelli, dirigida del grande Alberto Scanni. Fueron años de
duro empeno y gran pràctica profesional, con colegas capaces y un lider que
fué un verdadero maestro de profesiòn. De él aprendi el duro oficio del
Primario.
Al final abandoné definitivamente la ciudad, porquo gané el concurso de
Primario para el Hospital de Sondrio. Hoy este titulo ya casi no existe, o
se usa sòlo para hacer entender quien dirige un reparto, mientras el tìtulo
propio es Director de Estructura complexa.
Desde marzo del 2004 soy Director
de
Oncologia Médica en el Hospital de Sondrio y desde el 2006 Director del Departamento Oncològico, primero como dependiente del hospital y despuès
desde el 2009 de la Provincia (DIPO).
Desde el 1991 estoy inscrito en la Asociaciòn Italiana de Oncologia Médica (AIOM)
y
desde el 2004 en la Arnerican Society of Clinical Oncology (ASCO). He
formado parte
de la Direcciòn Regional AIOM casi ininterrumpidamente desde el 1996 a hoy.
Desde el 2004
soy miembro del Colegio italiano de primarios oncològicos médicos de
hospitales
(CIPOMO) y miembro de la Junta Directiva Nacional desde mayo del 2009.
No tengo pasatiempos particulares, porque tengo dos trabajos que me ocupan
totalmente y los desenvuelvo con absoluta abnegaciòn: el Médico Oncòlogo y
el Escritor. Del primero ya les hablé sintéticamente, del segundo quisiera
precisar que lo desarrollo sòlo para mì, no para vivir de él, ni ganar.
Nuestra sociedad està llena de escritores, cantantes, poetas y pintores.
Està formada de demasiados artistas que es imposible
emerger aùn ellos tengan talento o ganas de ponerse en discusiòn, ofreciendo
su propia arte al exàmen del pròjimo. Yo no soy presumido. conozco mi
capacidad y me limito a invitar a leer lo que escribo a conocidos,
recibiendo encambio apreciaciones sinceras.
Escribo para mì, sòlo por diversiòn y no siento pena si no logro el suceso
qua no busco.
“Un médico diversamente de un politico o de un actor,
viene juzgado sòlo por su paciente y de sus colegas mas cemanos.
es decir a puertas cerradas, de hombre a hombre.
(La insostenibie ligeresa del ser, Milan Kundera).
Vivo con mi familia en
Colico, provincia de Lecco, sobre el lago de Como.
Para ìl, es un lugar bellìsimo, y me dà la sensaciòn de una eterna vacaciòn.
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